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Writer's pictureVanessa Marzán

Descifrando los códigos de Guaidó para activar a las masas.



Los ojos del mundo están puestos hoy en Venezuela. Millones de personas han tenido acceso a un corto vídeo distribuido a través de las redes donde las palabras escogidas por un emisor y su estrategia de proyección al comunicar las mismas tienen el potencial de cambiar la historia de un país y futuras generaciones. Ese hombre se llama Juan Guaidó. Como especialista en comunicación estratégica deseo compartir de forma breve varios detalles, que desde mi perspectiva como estratega, merecen ser analizados sobre el video de esta mañana.


-Falta de iluminación para que el público pudiera identificar con facilidad  la escena y su veracidad. En un momento que puede definir la historia cada detalles cuenta para provocar emociones en los espectadores.

-Guaidó no viste con atuendo militar, lleva ropa civil en traje oscuro y chaqueta comunicando que es la máxima autoridad civil y que sigue existiendo un balance entre ambos poderes.

-Contrario a otros mensajes veo mayor contracción en los dedos de las manos lo que comunica comandos directos a los espectadores.

-Me llama la atención mucho que vemos a un Leopoldo López con atuendo militar y con una postura de soldado de fila, lo que comunica que está alineado con el “jefe” que en este caso es Juan Gaidó. Esta comunicación no verbal es crucial para que los seguidores de Lopez asuman las directrices de Guaidó.

-Si observamos con detenimiento vemos los puños cerrados de Leopoldo López. Las contracciones significan coraje, lucha y desde luego es un símbolo de violencia.

-Otro elemento que me parece interesante destacar es el que viéramos en el vídeo líderes femeninas protagonistas en la lucha de la oposición.  Sabemos que las mujeres tienen influencia protagónica en las decisiones que se tomarán en cada casa referente a asumir las instrucciones de Guaidó.


Los códigos en profundidad, hablemos de #estrategias


Juan Guaidó se ha convertido en ese “hilo conductor” donde convergen y se sienten representados millones de venezolanas y venezolanos. A lo largo de la historia hemos visto reseñadas figuras políticas puntuales cuya personalidad ha resonado de forma extraordinaria con las masas. La pregunta que nos podemos hacer es ¿qué es lo que hace a un ser humano “encantar” a millones de personas logrando movilizarlas con un fin común? Comencemos definiendo la palabra encanto. El diccionario la define como: modo de ser o cualidades de una persona que ejerce fascinación.


A continuación, comparto un análisis de Juan Guaidó, desde el punto de vista de la comunicación estratégica. Siendo este un campo extenso, lo limitaré al lenguaje corporal y la paralingüística. Por nuestra naturaleza animal, aún muy primitiva, contrario a lo que muchos podríamos pensar, las conexiones más genuinas entre las personas son aquellas que emana de la comunicación no verbal. Esto se da porque la misma es menos manipulable y genuina que la verbal. Desde mi punto de vista, como especialista en comunicación estratégica y comunicación no verbal, comparto las principales características, que, en conjunto, hacen de Guaidó un político con el poder de movilizar masas.


Ritmo al hablar: contario al típico político populista que acostumbrábamos a ver y a escuchar en América Latina, el joven político utiliza una velocidad media al dirigirse al público, al tener control de la velocidad comunica al espectador u oyente que es una persona en control, representante de paz y prudencia. Cualidades especialmente valoradas por el ciudadano en un momento volátil como el que pasa Venezuela. El jugar con la entonación, sin llegar al grito, lo posiciona como líder, con posturas fuertes, pero sin llegar a comunicar violencia.


Posturas expansivas: observando múltiples videos del presidente Guaidó observé que en los discursos al aire libre hace uso con frecuencia de posturas expansivas. Utiliza las piernas entreabiertas y con regularidad expande los brazos hacia los laterales y hacia arriba. Las posturas expansivas se utilizan para comunicar poder y autoridad. Me llama la atención la correcta utilización de las posturas “alfa” en combinación con el uso correcto de sus digitales (dedos) cuando muestra sus manos al público. Notarán que en la mayoría de sus mensajes los dedos de las manos mantienen distancia el uno de los otro lo que desde el punto de vista de la kinésica (ciencia que estudia el lenguaje corporal) denota apertura y honestidad. En el caso de un político esta sería la combinación perfecta.


Utilización de símbolos de conexión emocional: los humanos somos seres emocionales, por lo que solemos conectar con aquellos que proyectan, al igual que nosotros, emoción. Cuando el político se lleva una mano al corazón o se lleva ambas manos al pecho lo que comunica a la audiencia es “Yo siento lo mismo que tu estás sintiendo” “Me identifico con tu dolor, tristeza o coraje”.


Esta estrategia me lleva a otra de las poderosas fortalezas de Guaidó: su apariencia. El joven tiene la apariencia del ciudadano venezolano “de a pie”, lo cual lleva a sus seguidores a imaginarlo como “uno de los nuestros”. Su estilo presidencial, me recuerda, en gran medida, al del presidente Obama en sus comienzos.


En conclusión, son muchas las destrezas y/o cualidades con las que deber contar un líder para “encantar” a millones de personas, en este caso, un país. Sin embargo, pocas veces se da la combinación perfecta para lograr la fórmula mágica.



Vanessa Marzán Toro

Experta en comunicación estratégica, especialista el lenguaje no verbal. Consultora y conferenciante.


FB. Comunica Para el Éxito con Vanessa Marzán.


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